No puedo terminar sin antes hacer un breve repaso a nivel internacional. Hemos hablado de las exorbitantes caídas de las Bolsas de varios países; en conjunto, el valor de la capitalización de las 56 principales bolsas del mundo al concluir el 2007 era de 60,8 billones de dólares y al final de octubre de 2008 era de 33,6 billones de dólares, sin contar las pérdidas que se han seguido viviendo hasta la fecha. Esta caída representaría más que el PIB de EEUU y de Europa juntos.

Pérdida en valor de capitalización (cifras a noviembre en miles de millones de dólares)

NYSE -6,480.9

Shanghai -2,243.7

Londres -1,959.6

Nasdaq -1,714.7

Tokyo -1,448.1

Hong Kong -1,405.2

India -1,130.3

España -915.4

Brasil -778.2

Fuente: Federación Mundial de Bolsas de Valores

Ahora se retoman muchas voces de las que en alguna otra crisis intentaron poner solución, como: Alan Greenspan propuso volver al patrón oro (actualmente sería impracticable; muchas monedas se han derrumbado y esperan recuperarse en el próximo año; instaurar el patrón oro en la actualidad no les permitiría revaluarse); Delors dijo que se debía frenar la velocidad del dinero (es muy poco preciso); Tobin creía que un impuesto a la circulación de capitales frenaría la velocidad del dinero estabilizando la economía internacional (desde luego frenaría la especulación; la tasa que propuso era del 0,1%); otras voces avanzan la idea de Tobin y proponen crear una Bolsa Mundial de Divisas y un organismo internacional público, dependiente de la ONU, con la finalidad de gravar una parte de las rentas generadas por las transacciones comerciales y destinar los beneficios a programas de mantenimiento de la paz, de desarrollo, protección del medio ambiente y proyectos sociales (demasiado bonito para que se tome en serio; si realmente quieren contar con el apoyo público debería dedicarse para gasto público, obra social directa.

Por el momento nos encontramos ante la mayor de las incógnitas: 2009.

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grafico-ibex-evolucion

(Los indicadores de la izquierda sólo son representativos para el Ibex35, las otras líneas gráficas son comparativas)

En la gráfica anterior, en primer lugar, podemos ver que a pesar de toda la gravedad de la crisis no se ha producido el ‘decoupling’ con las bolsas estadounidense. Claramente cada medida que se ha tomado en EEUU ha tenido efecto también en la bolsa española, hasta tal punto que parecen tener más efecto las medidas de los planes de Bush que los de Zapatero en la bolsa española. Aunque hay que tener en cuenta que algunas medidas.

Un ejemplo del ‘coupling’ lo vemos en el período que va del 10 (viernes) al 13-14 (lunes-martes) de octubre. Tras el anuncio de que 250.000 millones de los 700.000 del plan de rescate de EEUU, ambas bolsas suben (día 13). Al día siguiente Zapatero anuncia que el Estado otorgará a la banca avales bancarios por hasta 100.000 millones en 2008 (día 14) y vuelve a subir. El coupling, por supuesto no se produjo en el orden inverso. Las decisiones tomadas por el Gobierno español no tuvieron efecto en las bolsas de Estados Unidos.

El rescate en España comienza con la garantía, de la que hablaba anteriormente, de 100.000 millones de euros como aval interbancario. Fue una medida que el mercado acepto inmediatamente bien, pero duró poco su efecto.

La siguiente subida importante culmina el 20 de octubre (lunes), después de que Bush y Sarkozy anunciasen una cumbre mundial contra la crisis y de que el Congreso de los Diputados aprobase los decretos de apoyo a las entidades financieras.

Después de esto llegamos al que algunos llamaron “miércoles negro” (21 de octubre) que inicia el segundo gran derrumbe de la bolsa en octubre hasta el día 28 que podemos decir es el ‘doble suelo’ de la bolsa española hasta el momento, llegando a los 7.905,4 puntos.

El 29 de octubre (miércoles) comienza una escalada hasta los 9.744,7 puntos el 5 de noviembre (miércoles), que se ha convertido en el ‘techo’ hasta la fecha. En este período se producen noticias importantes para el mercado como: “El Gobierno español aumenta los avales a la banca en 100.000 millones en el 2009” (29 de octubre), “El Gobierno rechaza dar el nombre de los bancos a los que compre créditos para no estigmatizarlos” (29 de octubre), “La Fed recorta medio punto los tipos de interés, hasta el 1 por ciento” (29 de octubre), “El Gobierno propone aplazar las hipotecas de los parados” (31 de octubre), “El Euribor cierra octubre en el 5,258%, su cota más baja desde abril” (31 de octubre),”Los parados podrán aplazar dos años el pago de la mitad de la cuota de la hipoteca”. El día 4 de noviembre (martes) aparecen noticias negativas que hace que el día 5 la subida sea menor, extendiéndose éstas hasta el día 6 (jueves), como: “El paro anota en octubre su mayor subida mensual y sitúa la cifra en 2.818.026, la más alta en 12 años” (día 4), “El FMI prevé una contracción más aguda en España en 2009” (día 6), “El BCE deja los tipos de interés en el 3,25% y abre la puerta a nuevas bajadas” (día 6, dos horas antes del cierre de la bolsa). Hasta el día 20 de noviembre (jueves) la bolsa sigue cayendo arrastrada por las pérdidas internacionales de los bancos.

El día 20 “Arranca el plan de rescate del Gobierno adjudicando 2.115 millones a 23 bancos y cajas” y el 22 (sábado) “Zapatero anuncia un plan inmediato para crear empleo”. El lunes 24 de noviembre comienza una línea de tendencia al alza que continúa hasta la fecha (13 de enero, martes), con pequeñas variaciones. La recuperación sería de aproximadamente el 5% de las pérdidas del 2008.

Algunas otras medidas que se han tomado son, en titulares: “El Gobierno español destinará 8.000 millones más a inversión pública local para crear 200.000 empleos” (27 de noviembre, jueves), “El BCE baja los tipos de interés un 0,75%, el mayor recorte de su historia” (4 de diciembre, domingo).

Las medidas hasta ahora no han sido muy efectivas. El caso más sonado se produjo con las compras de activos de dudosa recuperación que se llevó a cabo mediante el FAAF (Fondo de Adquisición de Activos Financieros) que en su primera subasta sólo acudieron un banco y nueve Cajas de Ahorros; en la segunda se sumaron diez Cajas de Ahorros más. Las Cajas en España representan más o menos la mitad del capital, por lo que queda la otra mitad sin ayudar. La causa: los Bancos están en la Bolsa y las Cajas no. Si hay filtraciones y llega al público que un banco está recibiendo ayudas, rápidamente se va a pensar que ese banco está mal y la retirada de activos líquidos y la venta de activos financieros estaría asegurada.

Los avales han sido otro pequeño fracaso. El valor de los avales era muy similar al valor de la deuda de las instituciones bancarias, por lo que es más que predecible que se hayan usado para pagar esa deuda. En Francia se les amenazaba con nacionalizar a los bancos que no los utilizasen para conceder préstamos. Por tanto, las medidas que se han tomado hasta ahora han tenido casi un efecto placebo que sólo calmaba la enfermedad durante un breve período de tiempo, pero la enfermedad sigue ahí.

proyecciones-de-vivienda-terminada-espanaEl sector de la construcción se encuentra en el epicentro de la caída de la actividad y del empleo. entre los factores podemos encontrar: la acumulación de una oferta excesiva, el elevado nivel de precios, el elevado esfuerzo necesario para la adquisición, las dificultades crediticias, la ralentización de la renta disponible de los hogares y la acelerada pérdida de la confianza.

Actualmente, el stock de viviendas vacías se sitúa entre las 600 y las 900 mil viviendas. Si a esta cifra le sumamos el número de viviendas iniciadas, a lo largo del próximo año alcanzaríamos una nueva cifra histórica.

Ante esta situación, la primera necesidad es absorber el exceso de oferta para que el sector pueda recuperar su anterior ritmo de crecimiento. La forma en que lo conseguirá será con un pronunciado recorte en la producción. Según los analistas, el exceso de oferta se comenzará a reducir a partir del segundo trimestre de 2010 y los precios estarán en tasas negativas durante un período de tres a cuatro años, con una reducción del 15% del precio hasta 2010.

No obstante, el ajuste más fuerte no se sufrirá en los precios, se vivirá en las viviendas visadas e iniciadas.

Es obvio que España está atravesando un mal momento, casi diríamos que extraordinario. España es el país de la OECD que en los últimos cuarenta años menos veces ha entrado en recesión: sólo cuatro veces. Ahora está apunto de caer la quinta. Ya llevamos un trimestre en negativo y hay que esperar a que aparezcan los datos del cuarto trimestre, aunque los datos no podían ser peores: las ventas del comercio minorista han caído en noviembre, en valores interanuales, un 9,6%, 7,02% en datos mensuales. El consumo se ha desplomado, en el tercer trimestre creció un punto menos, sólo el 0,1% comparado con el año anterior. En el tercer trimestre las ventas del comercio minorista cayeron algo más de un 10%. En noviembre la caída fue similar y sólo en un mes, lo cual indica que todavía se está acelerando el proceso. En lo que va de año, el monto de la disminución llega al 5,5%.

Toda pérdida del consumo afecta rápidamente en la producción. Así, hablando en tasas interanuales, el índice general de producción industrial de noviembre cayó el 15,1%, acelerando el proceso de disminución de la misma. En lo que va de año habría caído un 5,8%. Dentro de la producción, los bienes de consumo cayeron un 9,4%, dentro de los cuales, los bienes de consumo duradero lo hicieron en un 23,9% y los no duraderos en un 6,9%. Por su parte los bienes de equipo disminuyeron en un 16%, los bienes intermedios en un 23,7% y la energía un 2,6%. En lo que va de año la producción de bienes de consumo duradero y de bienes intermedios son los que más han caído, con pérdidas del 13% y del 10% respectivamente. La energía es el único que mantiene tasas anuales positivas con un crecimiento del 1,8%.

Hasta ahora todos los indicadores están completamente relacionados: caen las ventas un 5,5% y la producción una tasa similar, el 5,8%. No obstante, cabe señalar que las estos indicadores llevan cuatro meses seguidos en progresión y la del último mes es, con diferencia, más acelerada que la de los anteriores meses. Esto puede significa una caída mayor de la producción debida al menor consumo.

Cuando la producción baja, el empleo hace lo mismo. De tal forma, en diciembre el número de parados ha sido otra de los indicadores en batir marcas históricas llegando a los 3.128.963 parados según el INEM, 139.694 más que en noviembre. Cerrando el año con una destrucción de 999.416 empleos. El sector que más empleo destruyó en diciembre fue la construcción con 70.701, seguido por los servicios con 46.471 y la industria con 27.725. La población inmigrante también ha sufrido despidos, en diciembre 31.320, sumando en lo que va de año 198.996 hasta hacer el total de 410.960 extranjeros desempleados, representando el 13,13% del total de parados en España.

Según el índice de afiliados a la Seguridad Social los resultados son muy similares. En diciembre la Seguridad Social contó con 190.075 personas menos, sumando en todo el ejercicio una pérdida de 841.465 afiliados. El número total de cotizantes sería de 18.531.312 y las previsiones hablan de que el número de desempleados podría llegar a los cuatro millones.

Una caída del consumo tan fuerte, con su correspondiente respuesta por parte de la producción y del empleo, llevan al Gobierno al papel principal, por las partidas del gasto, naturalmente. Es decir, ahora que el mercado ha fallado, colapsado según algunos, el Gobierno tiene que hacer todo lo posible para remediarlo (de esto hablaremos en el siguiente capítulo), tirando del déficit. Las previsiones oficiales decían que el déficit público llegaría hasta el -1,12% del PIB en 2008 y al -1,9% del PIB en 2009, las no oficiales lo sitúan en el -5% en 2009. Para averiguarlo habrá que esperar y ver cómo evolucionan las medidas que tome el Gobierno: si son eficaces serán menores, si no son eficaces habrá que sumar muchas más medidas. El único país que puede estar peor que nosotros en 2009 es Reino Unido que con un cálculo del déficit público del -8% se ha arriesgado a una rebaja del IVA (del 17,5 al 15%, mínimo establecido por la UE), con su consiguiente pérdida del multiplicador del gasto público teóricamente superior al de los impuestos. Puede que en época de crisis, sea lo que más necesiten los británicos para salir a flote, pero hará que el déficit del Estado sea mucho mayor.

España ha tardado más que otros países en notar los temblores de la crisis. Durante mucho tiempo se negó la afectación y constantemente se miraba hacia otro lado. Luego llegó, más tarde, pero llegó, y todavía no hemos visto su potencial devastador (los expertos los sitúan en los dos primeros trimestres de 2009, aunque, como veremos más adelante, los analistas no están dando una).

Las cosas empezaron a ir realmente mal en verano: cuando el petróleo marcó su enésimo récord histórico en los 147 dólares por barril. Ahí fue cuando se hizo público que algo estaba dejando de funcionar, pero los dirigentes políticos no tenían suficiente con un petróleo alto y una caída del consumo, necesitaban más. Como mínimo, para hablar de que las cosas iban mal teníamos que estar en crecimientos negativos, si no, es que las cosas estaban bien. Empiezan a salir los datos del paro de verano y por primera vez en trece años, pero todavía no es suficiente. Entonces, les dan lo que pedían: en el tercer trimestre el PIB español se contrae el 0,2%, arrastrado por la crisis inmobiliaria y la caída del consumo. Ahora tenían dos problemas: en las segundas fechas en que los españoles gasta más –después de las Navidades– el consumo había caído por debajo del trimestre anterior y encima sólo les quedan tres meses –según las previsiones de todos los analistas– para entrar en recesión.

¿Qué hacer en una situación como esta? Lavado de imagen, es decir, dar ánimos y culpar de los problemas al anterior gobierno para intentar subir la confianza y mejorar su imagen. ¿Cómo conseguirlo? Utilizando a un grupo de personas que se hacen llamar “intelectuales” o “progres”, artífices del cobro de un canon digital, que reciben en subvenciones (100 millones de euros) más que el presupuesto del Ministerio de Vivienda y son los que solían encabezar, o al menos participar, las manifestaciones contra el anterior partido en el Gobierno y ahora defienden las decisiones del actual. Pues bien, esta gente, en su mayoría actores y cantantes (los famosos, claro), va a opinar sobre política y la gente les va a escuchar igual que escuchan sus canciones o sus diálogos en las películas. Y lo peor, les van a hacer caso. Así, vemos a Miguel Bosé hablar maravillas de las actuaciones del Gobierno. Pero, ¿les parece bien que determinadas regiones, que no son las más pobladas (si vamos a la equiparación de todos los ciudadanos) y tengan más poder? ¿Les parece bien que partidos extremistas, radicales y nacionalistas estén en el Gobierno y consigan “regalitos” extra para sus comunidades? ¿Les parece justo que el Ministerio del gasto (de Fomento) tenga a la persona más incompetente del mundo diciendo que todo lo que hace mal es por culpa de lo que hace casi nueve años hizo el PP? ¿Les parece justo que les digan que España no tiene problemas económicos cuando todos los indicadores estadísticos indican lo contrario, pero como la gente nunca lee las secciones económicas de los periódicos (que son el único sitio, depende del periódico, en el que se puede averiguar realmente como está un país) no sepa nada y se lo crea? ¿Les parece justo aceptar la mentira porque es bella y parece verdad? No se confundan. John Keats dijo: “La verdad es belleza, la belleza es verdad, eso es lo único que sobrevive”. En el Gobierno se han aprendido muy bien esta frase, pero recuerden que la mentira se puede disfrazar de múltiples formas y que la verdad por muy mala que sea siempre te orientará mejor. “La verdad os hará libre”, decía Jesucristo. En este caso podríamos decir: “La verdad os permitirá recuperaros antes”. Ya que estamos hundidos, utilicemos el suelo para levantarnos.

Francia dio la noticia escapando en el tercer trimestre de la recesión con un crecimiento mínimo del 0,1% y aumentando algo el ánimo de los empresarios, aunque no pueden escapar del maremoto, porque están rodeados por una coyuntura internacional…’turbulenta’.

El primer plan de Francia consiste en 320.000 millones de euros para avalar los préstamos interbancarios y 40.000 millones para recapitalizar las entidades con problemas de financiación. La bolsa reaccionó bien frente a esta medida con una subida casi momentánea del 9,375%. Luego prepara otro plan de 100.000 millones, desgravaciones fiscales a empresas y un plan de inversión pública de unos 175.000 millones de euros, y la bolsa sube en dos semanas casi el 20%, situándonos en la primera semana de noviembre. La bolsa toca techo y rebota hacia abajo con más fuerza que las anteriores subidas y pierde cerca de un 28% en menos de un mes. El cuatro de diciembre anuncia un nuevo plan por unos 26.000 millones de euros que consistirá en una inyección a las pymes a través de ayudas fiscales, programas de inversión pública, un préstamos de 500 millones a las automovilísticas y la construcción de 100.000 viviendas sociales. La bolsa vuelve a reaccionar con fuerza y sube un 10%. Unos días de volatilidad y una subida del 9% para cerrar el año.

Aunque la gente desconfía mucho de las medidas que está tomando el país, el mercado las ve de otra forma, aunque la coyuntura internacional termina de minar las ‘glorias galas’. Un claro ejemplo lo tenemos en una de sus automovilísticas: Renault, que está pensando en recortar el 20 ó 25% de su producción por, sobre todo, la caída de ventas en el exterior. En noviembre, por ejemplo, el consumo de los hogares sólo disminuyó en dos sectores: el automovilístico (-2,1% mensual; -2,4% interanual) y el textil (-1% mensual; -0,7% interanual); pero otros tuvieron una importante subida: el comercio minorista (0,6% mensual; 0,8% interanual), la venta de viviendas (3,4% mensual; 7,2% interanual). La venta de productos manufacturados total se incrementó en un 0,3% mensual y un 1% interanual. Lo cual muestra que Francia todavía tiene capacidad de maniobra. Francia encontrará un problema en el desempleo que ha aumentado en 0,6 puntos hasta el tercer trimestre. Habrá que ver si Sarkozy es capaz de crear empleo público sin que se destruya el privado y también si sigue creciendo el consumo y las exportaciones. De ser así, Francia sería el país de la UE más capacitado frente a la crisis, porque Alemania puede que baje los impuestos y termine o muy endeudada o destruyendo partidas de gasto público. Francia está siendo muy prudente y está controlando muy bien a los bancos de tal forma que si no conceden préstamos después de recibir ayudas amenaza con nacionalizarlos. Creo que, al menos, en esto último deberían imitarles los demás países, así el dinero circularía más y su multiplicador aumentaría dotando de más liquidez al sistema.

Alemania comenzó destinando 400.000 millones de euros para garantizar los préstamos interbancarios y facilitar que el capital fluyese entre las entidades, pero llegó tarde y no sirvió para evitar la quiebra del Hypo Real Estate, por ejemplo, al que luego tuvieron que inyectar 70.000 millones de euros. Luego crea otro plan de 100.000 millones de euros para rescatar entidades y cubrir préstamos fallidos. A lo largo del mes de diciembre varios bancos y cajas solicitan y reciben ayudas. El nuevo conjunto de medidas para estimular la economía incluirá una rebaja de impuestos, pero no se sabe cuáles ni en qué proporción –la polémica está servida. También incluirá partidas de gasto, seguramente en infraestructura y transporte. El mercado alemán, hasta la fecha, no ha reaccionado muy bien a las medidas que ha lanzado la canciller. El mejor ejemplo es el último: todo el mundo pensaba que el país que más fácil tenía lanzar bonos era Alemania y que si los lanzaba los inversores se iban a lanzar a por ellos. Pues no ha sido así. El Bundesbank tenía previsto lanzar 6.000 millones de euros en bonos a 10 años al 3,12% y no pudo adjudicarlos todos, sólo algo menos de 4.060 millones de euros.

Puede que Reino Unido sea el país que más afectado se haya visto por la crisis. De momento, es el país donde más crecerá el déficit. El paquete de medidas dejará un agujero de unos 80.000 millones de libras que elevará el déficit en 2009 al 8% del PIB (118.000 millones de libras) y la deuda se situará en el 48% del PIB. Parte de la culpa de unos números tan rojos la tiene el rescate del Northern Rock, que se introdujo a las cuentas públicas en octubre del 2007.

Las causas de lo que algunos llaman principio de colapso financiero han sido la quiebra del sector financiero islandés (donde había varios miles de millones de libras de dinero público y de inversores privados) y los activos tóxicos que los bancos habían usado como garantía para pedir créditos y ahora sólo tienen deudas. El primer banco en quebrar en el marco de la crisis fue uno británico, el Northern Rock. El Estado también ha nacionalizado al Bradford y Bingley, ha rescatado a cuatro de los más importantes bancos del país: HBOS, Royal Bank of Scotland, Lloyd TSB y Barclays, con un coste de unos 35.000 millones de libras.

La última gran causa ha sido el desmoronamiento de la libra esterlina. En el verano del 2007 una libra equivalía a 1,40 euros, ahora en torno a 1,04 euros. La debilidad de la libra viene por los bajos tipos de interés y la posibilidad de que se recorten más y por el creciente deterioro de las cuentas públicas. La polémica está en si entrar o no al euro. Esta decisión les restaría una gran parte de su poder adquisitivo de cara al exterior, por lo que es una posibilidad que no se daría salvo que siguiese en ‘caída libre’.

Muchos pensarán que una moneda débil en crisis es buena porque abarata las exportaciones y los objetivos de mercado se expanden por lo que aumenta la producción, pero no es así. En crisis es muy difícil colocar productos nuevos en otros mercados y la producción nacional sufre incrementos de sus costes por el incremento del precio de las materias primas producto del cambio de divisas con monedas más fuertes.

En cuanto a las intervenciones que ha realizado el país a causa de crisis, ha sido el primero en adoptar dos de las medidas que se han tomado como referentes: la nacionalización de los bancos (Northern Rock), es decir, tomar parte activa de las instituciones, y la bajada de impuestos –del IVA.

El Gobierno británico fue de los primeros en llevar a cabo un plan rescate. El paquete de ayudas sumaba un monto de 500.000 millones de libras de las cuales 50.000 millones se dedicarían a recapitalizar entidades (a cambio de acciones al Estado), 200.000 millones a préstamos a corto plazo y 250.000 millones a avales.

En cuanto a los tipos, en octubre estaban en el 5%, en diciembre al 2% y apunta a una nueva bajada. Ahora se habla de una nueva bajada que podría dejarlos en el 1%. La bajada de los tipos del dinero está siendo muy rápida y el mercado no está reaccionando como debería. En vez de otorgar más preferencia por el dinero (en este caso de libras esterlinas) y aumentar su demanda, pero en vez de eso sigue desplomándose. Seguramente esté entrando en la llamada ‘trampa de la liquidez’, que explicaremos más adelante.

Una de las medidas más polémicas que ha llevado el ejecutivo de Gordon Brown ha sido la rebaja del IVA del 17,5 al 15%, que se financiaría con una subida de los impuestos a las rentas que superen las 150.000 libras anuales del 40 al 45%. La ventaja de esta medida es su rapidez: al día siguiente de tomase la medida los precios bajan automáticamente. No obstante, hay que tener en cuenta que o aumenta la deuda o disminuye el gasto público con la consiguiente pérdida de su multiplicador.

La última medida propuesta por el primer ministro se basa en un plan de gasto público (reparación de escuelas y hospitales, medioambiente, infraestructuras e impulso de nuevas tecnologías) para crear 100.000 puestos de trabajo adicionales a lo largo del 2009. Asegura, además, que sólo en la reparación de escuelas se crearán 30.000 puestos. Pero no especifica la cantidad de dinero que requerirá su plan.

Nada bueno se puede decir ahora mismo de Reino Unido. Todo, desde el principio hasta el final, es malo. Es un país muy envejecido y con muy poca población activa (tiene 61 millones de personas de las que pueden trabajar 29 millones y trabajan unos 28 millones), lo que le está haciendo perder capacidad en todos los sentidos, se está deshinchando y debe sufrir unos cambios estructurales fuertes, si quiere seguir estando entre los países más ricos del mundo.

Llegamos a uno de los puntos más dramáticos de toda la crisis: la quiebra de un estado, la quiebra de Islandia. El caso de Islandia es bastante curioso. Cuenta con unos 300.000 habitantes y en pocos años llegó a ser una de las naciones más ricas de la OECD, la causa: unos tipos de interés del 12% que atrajeron capitales extranjeros (sobre todo de Reino Unido). Permitieron un crecimiento muy rápido, pero también inflación a la que el Banco Central respondía con nuevas subidas de los tipos (que llegaron al 15,5%). Una rentabilidad tan alta llevó a numerosos ayuntamientos a colocar el dinero de sus contribuyentes en las entidades nacionales. La fuerte inversión extranjera hace que los bancos islandeses representen más de diez veces el producto interior bruto de la isla y los problemas de liquidez y desconfianza no tardan en aparecer. Las restricciones crediticias de los bancos internacionales hace que en el 2008 la moneda nacional (el krona) se deprecie más de un 60% respecto al euro y la inflación se sitúa cerca del 7%. El Estado islandés cuenta con un problema que le impide maniobrar, sólo tiene 2.000 millones de euros en sus reservas de divisas y sus bancos tienen activos por valor de 100.000 millones de euros. Su banca representa entre ocho y doce veces el PIB del país. El Banco Central islandés no puede actuar, como lo han hecho la FED o el BCE, como último prestamista para salvaguardar a la banca de la crisis de liquidez actual. El país nórdico se vio obligado a nacionalizar en tres días consecutivos a sus tres principales bancos aumentando los ya graves problemas de varios países, sobre todo de Reino Unido y Holanda, los países que más había invertido en la isla. Islandia ahora se encuentra con una deuda estatal de 45.000 millones de euros (unos 150.000€ por ciudadano), varios países exigiéndoles dinero, 7.200 empleados de la banca (de 304.000 habitantes) que van a tener serias dificultades, una gran cantidad de jubilados en la ruina y con la posibilidad de que los más capacitados para sacar adelante al país se vayan a otros en los que tengan más posibilidades de éxito. El país está hundido, en quiebra como dicen algunos, y tardará varios años en recuperar la estabilidad (salvo que al final los chinos consigan comprarla).

Analizaremos EEUU por tratarse de la primera economía del mundo y por tener a buena parte de las multinacionales más importantes.

Como ya dijimos al principio, la crisis que estamos viviendo se originó en EEUU en 2001 cuando Alan Greenspan, tras el es-tallido de las puntocom, comenzó a bajar el precio del dinero hasta el 1%, por el temor a la deflación. Esto supone una inyección masiva de liquidez y una relajación del crédito. Hubo más dinero del que debía y el sistema se emborrachó. Los bancos, que tenían mucha facilidad para acceder al dinero, comenzaron a dar créditos a diestro y siniestro. Los bancos que veían riesgo en estas acciones se veían sobrepasados por la competencia y decidieron hacer lo mismo.

El paso siguiente fueron las titulaciones y las retitulaciones, que eran usadas por los bancos (comerciales y de inversión) para conseguir nuevos créditos –los usaban como garantía–.

A partir de 2004, la Reserva Federal (FED) empezó a subir los tipos de interés de forma gradual, por lo que el nuevo método de hipotecas no se vio afectado. En el 2006 llegaron al 5,25 y los primeros impagos. Al ser garantías de garantías de garantías… el efecto de pocos impagos corrompió muchos bonos (ahora llamados basura).

En el verano de 2007 la situación empeora por la bajada del precio de la vivienda. Las anteriores hipotecas no se podían pagar, pero ahora no se quieren pagar. Les sale más barato devolver la casa al banco para cancelar la hipoteca y comprar una nueva. De esta forma el número de impagos se multiplica y las hipotecas que se habían titulizado se hunden. Afectando a todo el sistema financiero.

Y comienza el “rescate” (20/09/2008) con un plan de 700.000 millones de dólares que pretendía acabar con la incertidumbre y el caos tras la quiebra del Lehman Brothers y el Bear Stearns y acabar con la congelación del crédito. Para ello las primeras medidas iban encaminadas a salvar de la crisis a las empresas que la habían causado adquiriendo su deuda (las hipotecas de alto riesgo o subprime). Los demócratas y los republicanos consiguieron llegar a un acuerdo, pero los mercados no confiaron en el plan y se desplomaron. La crisis no sólo afectaba a EEUU, ya había llegado a todos los rincones del planeta y se necesitaba una respuesta global. El G-7, la eurozona y algunos países más comenzaron a llevar a cabo medidas conjuntas.

Días después, el Secretario del Tesoro, Henry Paulson, decide abandonar la compra de activos tóxicos ya que se había demostrado que era más eficaz entrar directamente en el capital de las empresas. Al cabo de unos días se crearon dos nuevos planes de 800.000 millones de dólares, uno para rescatar al mercado financiero y otro para el consumo.

Las claves de los programas de Bush son: compra de la deuda, impulsar el consumo, adquirir acciones de los bancos, incrementar las garantías de los créditos bancarios y reducir y limitar los salarios de los directivos.

¿Qué ha sido de los 700.000 millones de dólares?

La CBS informaba de las dificultades que están teniendo los funcionarios del Gobierno para el seguimiento y evaluación de los fondos. Los bancos han contado con la libertad suficiente como para utilizar el dinero para comprar otros bancos, pagar dividendos a los inversores o bonificaciones a los ejecutivos.

El plan rescate inicial constaba de tres páginas (más de 400 al final). Como se puede ver, todo fue hecho muy deprisa y no se tuvieron en cuenta muchas variables. Se limitó el sueldo de los directivos, por ejemplo, pero no se les canceló o limitó las bonificaciones. Al final, el contribuyente ha terminado pagando el sueldo de los directivos.

El caso de aprovechamiento más sonado ha sido el de la aseguradora AIG, que después de recibir en ayudas 150.000 millones de dólares sus directivos se fueron de vacaciones una semana a un balneario de lujo de California cuya factura ascendía hasta los 440.000 dólares. Después de la polémica, a mediados de noviembre dio un seminario a sus ejecutivos en Arizona por valor de 343.000 dólares. AIG es la muestra de aprovechamiento perfecto de las ayudas, en cuanto a los directivos y ejecutivos se refiere, claro.

La caída del consumo es más que notable y la venta de coches se desploma. La hasta ahora capital de la producción de vehículos de EEUU (o incluso del mundo), Detroit, tiene actualmente un paro del 21% y las viviendas se pueden comprar desde 18.000%. ¿Cuál es el motivo? Chrysler redujo sus ventas a la mitad en noviembre (en tasas interanuales), General Motors en un 41% y Ford un 32,4% en diciembre.

Para evitar el colapso de las empresas automovilísticas estadounidenses, el Gobierno ha lanzado un plan de 17.400 millones de dólares (unos 12.500 millones de euros) de los cuales 13.400 son para préstamos inmediatos. Hasta la fecha han recibido ayudas General Motors (por valor de 5.000 millones de dólares) y Chrysler (por 4.000 millones de dólares). A cambio de estas ayudas, eso si, tendrán que presentar en febrero unos planes de reestructuración y demostrar que son viables antes de finales de marzo.

Está claro que EEUU no es el país más viable del mundo, pero sigue siendo el que más dinero mueve del mundo y al que más van a parar los fondos internacionales. Por esta razón no creo que se pueda hablar (coherentemente) de que estamos ante un cambio de escenario. Estados Unidos es un imperio y como todo imperio caerá, pero este no es el momento. ¿Acaso no tuvo Roma una guerra civil mientras Julio César estaba por las Galias y cuando se solucionó el problema vivió el Imperio sus mejores momentos?